viernes, 15 de enero de 2010

AÑO SANTO JACOBEO

Era el inicio del siglo IX, cuando llególe al rey de Galicia Don Alfonso II el Casto,(*) la noticia de que el obispo de Iría, Teodomiro, ante las informaciones que recibía de personas de gran autoridad, se desplazó a un bosque que se encontraba a unas tres leguas, cerca del Burgo de los Tamaricos en los confines de la Mahia, para comprobar por si mismo la veracidad de lo que las gentes le contaban, sobre unas luces que parecían descender del cielo.
Llegado Teodomiro a dicho lugar ya anochecido, vio con gran admiración unas luces sobre los arboles. Al despuntar el día, se adentró en el bosque, y entre las malezas halló un sepulcro cubierto con arcos de mármol donde reposaba el cuerpo del Apóstol Santiago el Mayor.
El rey Don Alfonso, conmovido por la nueva, corrió hasta el lugar para venerar el cuerpo de Santiago, y allí mismo levantó una iglesia y ordenó trasladar hasta ese lugar la silla episcopal de Iría.
La noticia del descubrimiento del cuerpo del Apóstol Santiago, se difundió rápidamente, y el lugar del Burgo de los Tamaricos, donde se hallaba la humilde iglesia que había levantado el rey, empezó a ser frecuentada por devotos y romeros.
El pueblo del lugar se transformaba de agrícola a levítico, llegándose a denominar lugar santo, hasta que un siglo después empezó a conocerse en los escritos por Compostella, (campus stella), en alusión a la estrella sobre el campo en que estaba el sepulcro.
La noticia se fue difundiendo allende de los reinos de Galicia y Asturias, pasando los Pirineos, incrementándose paulatinamente los peregrinos que llegaban a Compostella, unos guiados por la fe, otros llevados de la mano de curiosidad y muchos, en busca de la aventura y el lucro, pero todos al final del viaje se arrodillaban ante la tumba del Apóstol.
A consecuencia de este movimiento de personas recorriendo unos mismos senderos, empezó a conocerse, por peregrinos y lugareños, el que desde los Pirineos se dirigía hasta el Burgo de los Tamaricos, por el “Camino de Santiago”,(**) nombre que se le dio a la vía láctea, ya que esa inmensa faja de nebulosas que brilla en las noches estrelladas como si fuera una estela de luz que había dejado el sol en su camino al horizonte y porque su dirección, desde Oriente a Occidente, era la guía para los peregrinos que caminaban durante la noche.
Los caminos se fueron llenando de mendigos y maleantes, que asaltaban a los romeros, y para salvaguardarlos de ellos, así como de las inclemencias climatológicas, se empezaron a construir próximo a los núcleos urbanos existentes, monasterios, albergues y hospitales para los peregrinos. Los historiadores de la época criticaron que todas aquellas dádivas que se recibían de los devotos, sobre todo de los más pudientes, se emplearan para la atención de los peregrinos, y no de los pobres y desvalidos que a los alrededores de Compostella pululaban.
Compostella se va convirtiendo en un lugar deseado para muchos, odiado por otros, por el poder político y eclesiástico que estaba alcanzando. Tanto es así ,que a finales del siglo X, el jefe musulmán conocido por los cristianos como Almanzor “el victorioso” emprende una expedición a la ciudad. Los historiadores de la época narran que posiblemente a instancias de los condes de Galicia meridional o inmediatos a la frontera del Duero, aunque aseguran como mas probable fue obra de los condes de la Galicia lucense-bracarense.
Sea como fuere, el prestigio de Compostella, era para Almanzor de tal importancia, que lograr invadirla supondría incrementar su apelativo de “el victorioso” narrándolo de este modo el cronista árabe El Makkari
La “gazwa” de Almanzor contra la ciudad de “Schant-Yacub” (Compostella), el punto mas arrinconado de Galicia, santuario principal de los cristianos del Ándalus, por encontrarse en ella la iglesia, lo que es la Kaaba para nosotros, donde acuden en romería desde campiñas de Roma y aun mas lejanas, para invocar sus juramentos ante el túmulo del que conceptúan es “Yacu” el apóstol, uno de los doce, y el predilecto de “Isa”.
Ningún príncipe islamista se había internado en aquella parte de Galicia por lo inaccesible y lejana, por lo que para Almanzor era un mayor acicate.
Continua el cronista diciendo: El 3 de Julio de del año 997 (año 387 de los árabes) sale de Córdoba para iniciar su cuarenta y ocho “gazwa” dirigiéndose a Coria ….
……el miércoles 2 de "schaaban" (10 de agosto de 997) Almanzor descubre los muros y torres de Santiago, entra en la ciudad que estaba despoblada, en el sepulcro del Apóstol se encuentra a un monje anciano sentado en el. Saquean la ciudad derriban muros, el caserío y la iglesia, pero coloca junto a la tumba del Apóstol, gente encargada de preservarla contra todo acaecimiento.
El rey Bermudo II de Galicia, que nada pudo hacer para contrarrestar el empuje de Almanzor, retiradas las hueste de este, se dedicó a reedificar la iglesias de Compostella, mas lujosamente que antes. Pero no fue hasta transcurridos unos ochenta años, que el obispo don Diego I Peláez inició la nueva y mas suntuosa fábrica de la Catedral de Santiago, reinando por entonces Alfonso VI, que con el propósito de llevar a sus reinos de Castilla, León, Portugal y Galicia, las influencias europeas fomento la seguridad y reconstruyó el “Camino de Santiago”.
Durante cuarenta años (1100 1140) fue obispo-arzobispo de Compostella, Diego Gelmírez hombre ambicioso, consiguió del papa Calixto II, trasladara la sede metropolitana de Mérida, a Santiago de Compostela, cuentan los historiadores que gracias a una limosna que le envió al papa de setecientas monedas de oro.
Y fue en el año 1120, (***) siendo rey de León y Castilla Alfonso VII, cuando el papa Calixto II, siendo Obispo de Compostella, Diego Gelmírez, instauró el Año Santo Jacobeo que habría de celebrarse cada año que la festividad del Santiago Apóstol, 25 de Julio, coincidiese en domingo, otorgando “Ganar el Jubileo (Indulgencia Plenaria)” a todos los peregrinos que visitaran la tumba del Apóstol en el transcurso de un Año Jacobeo.
Esta institución impulsó en gran manera las peregrinaciones a Santiago durante toda la Edad Media.
Ese mismo día se publicó la Bula, por la que a partir de entonces todos los obispos de Compostela ostentan la dignidad de arzobispos.
El papa Alejandro III confirma y concede carácter de perpetuidad mediante bula "Regis aeterni” fechada en 1179, el privilegio del Año Santo Jacobeo.

(*) Gran número de historiadores lo distinguen como rey de Asturias.
(**) Conforme se fue conquistando tierras a los musulmanes, y para diferenciarlo de otros caminos provenientes del sur, y Portugal, se fue conociendo también por el “Camino Francés”
(***) Los datos históricos y fechas, ha sido tomados de diferentes libros de historia y otros compendios de mi propiedad. No obstante hago una reseña libre, respetando lo históricamente conocido.

imagenes: detalles de la catedral de Santiago de Compostela